LA VALORIZACIÓN ENERGÉTICA, EJEMPLO DE SOSTENIBILIDAD
La valorización energética de la fracción no reciclable de los residuos, ejemplo de sostenibilidad.
En una de sus últimas comunicaciones, la CEWEP pone como ejemplo a Barcelona y la planta de Tersa, que contribuye a la red de climatización (calefacción y refrigeración) de hoteles, hospitales, centros de convenciones y centros educativos.
AEVERSU, 24 de septiembre de 2017
• En una de sus últimas comunicaciones, la CEWEP abunda en las ventajas que reporta la valorización energética, toda vez que contribuiría en gran medida a una economía circular y baja en carbono dada su capacidad para producir energía segura, eficiente y de bajo coste.
• Asimismo, señala que el cumplimiento de la fórmula R1, introducida en la Directiva Marco de Residuos, dota de mayor efectividad al proceso, permitiendo alcanzar una recuperación energética de calidad.
• En este sentido, ensalza el papel que la valorización energética puede llegar a tener en la climatización sostenible de las ciudades, contribuyendo a reducir las emisiones de CO2.
•Y como ejemplo alude a la planta catalana de Tersa, toda vez que contribuye a la red de climatización (calefacción y refrigeración) concerniente a 95 clientes, incluyendo hoteles, hospitales, centros de convenciones y centros educativos, garantizando la reducción del consumo de combustibles fósiles y un notable ahorro de emisiones de CO2.
En una reciente comunicación sobre clima y energía, la Confederación Europea de Empresas de Valorización Energética (CEWEP), entidad que aglutina a 400 plantas de estas características con presencia en 22 países, se refiere a la valorización energética de la fracción no reciclable de los residuos como una magnífica alternativa con la que sustituir a los combustibles fósiles, toda vez que representa una producción de energía sostenible, segura y de bajo coste, permitiendo crear un vínculo entre la energía y la eficiencia de los recursos y, por tanto, contribuyendo a la economía circular.
Aprovechando la principal función de estas plantas, que es obtener energía de aquella parte de la basura que no se puede reciclar y que, de no seguir este camino, acabaría su vida útil en vertedero, con el consiguiente impacto sobre el medio ambiente y la salud, la CEWEP considera que, de forma paralela, este sistema constituye un magnífico apoyo en la consecución de una economía baja en carbono, ya que garantiza el suministro energético mediante una producción limpia. De hecho, las 88 millones de toneladas de residuos urbanos valorizadas energéticamente en Europa durante el año 2014 permitieron suministrar electricidad a 17 millones de personas y calor a 15 millones, cifras que equivalen a la población de Finlandia, Dinamarca y los Estados Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania). Una producción energética que, en todo caso, ha permitido sustituir entre 9 y 48 millones de toneladas de combustibles fósiles que emitirían entre 22 y 48 millones de toneladas de CO2.
Además de todo ello, destaca la CEWEP que la valorización energética constituye el primer tratamiento para el que se introdujo un criterio de eficiencia (la fórmula R1) en la Directiva Marco de Residuos, garantizando con ello una recuperación energética de calidad.
Precisa igualmente que, si se aplicasen a los residuos comerciales e industriales los objetivos tan ambiciosos que propone la Comisión Europea a través del paquete de economía circular, las plantas de valorización energética podrían producir 189 TWh de energía útil en el año 2030, suficiente para reemplazar el 10% de la energía suministrada por el sector del carbón.
En este escenario, entiende la Confederación que la valorización energética puede desempeñar un importante papel en la transición hacia la climatización sostenible por su alto nivel de eficiencia energética y su capacidad para producir calor a bajo coste. De hecho, en ciudades con una buena infraestructura de calefacción, cubre el 50% o más de las demandas de calor.
TERSA, EJEMPLO DE BUENAS PRÁCTICAS
Entre los ejemplos de buenas prácticas, además de la actividad desarrollada por una planta de Bélgica, y que ha propiciado la sustitución del suministro de energía para la industria química en el puerto de Waasland por una red de vapor generado por la propia instalación, y otra de Lituania, que cubre el 40% de las necesidades de calefacción de la ciudad de Klaipéda, CEWEP destaca la actividad desarrollada por la planta catalana TERSA, integrada en Aeversu (Asociación Española de Empresas de Valorización Energética), toda vez que contribuye a la red de climatización (calefacción y refrigeración) concerniente a 95 clientes, incluyendo hoteles, hospitales, centros de convenciones y centros educativos. En este sentido, cabe reseñar que TERSA produce la mayor parte del calor necesario para una red de 16,8 kilómetros de longitud, propiciando la reducción del consumo de combustibles fósiles en un 58% y ahorrando unas 18.903 toneladas anuales de emisiones de CO2.