Día mundial del medioambiente
Las plantas asociadas a AEVERSU conmemoran el día del medio ambiente con diversas acciones educativas centradas en la sostenibilidad
AEVERSU, 2 de junio de 2017
En el marco de sus políticas de comunicación y divulgación, las instalaciones de valorización energética contribuyen a la formación y concienciación de la población de cara a garantizar la aplicación prioritaria de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje), que en todo caso deben ser complementadas con el aprovechamiento de la energía contenida en la fracción no reciclable de los residuos, evitando que ésta acabe enterrada en vertedero
• Aeversu recuerda que el paquete europeo de economía circular refuerza el posicionamiento de la valorización energética como tratamiento previo al vertido, dando debido cumplimiento a la normativa vigente.
• Asimismo, incide en que las plantas de valorización energética están sujetas a rigurosos controles medioambientales y de eficiencia, muy superiores a los que rigen para otras infraestructuras industriales, constituyendo buena prueba de ello sus bajísimos niveles de emisión.
• La diada ambiental de Tirme, las actividades pedagógicas desarrolladas por Tersa en las escuelas, el premio a la mejor recogida selectiva de la fracción orgánica de Sirusa o la revegetación del recinto industrial de Sogama constituyen, entre otras, algunas de las iniciativas desplegadas para celebrar una jornada que este año pretende “conectar a la gente con la naturaleza”.
Como viene siendo habitual en sus políticas de comunicación y divulgación ambiental, las plantas adscritas a AEVERSU (Tirme, en las Islas Baleares; Zabalgarbi, en el País Vasco; Trargisa, Mataró, Sirusa y Tersa, en Cataluña; Remesa, en Melilla; Tircantabria, en Cantabria; Tirmadrid, en Madrid; Sogama, en Galicia, y Ctrasa, en Andorra) celebrarán, un año más, el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio) con una llamada de atención a la necesidad de apostar, de forma decidida, por una gestión sostenible de los residuos urbanos en la que la valorización energética de la fracción no reciclable de los residuos ocupe el lugar que le corresponde, dando debido cumplimiento a la normativa vigente en la materia.
Dada la existencia de residuos que, por sus características y composición, no pueden ser reutilizados ni reciclados, la valorización energética se erige para estos en la mejor solución, disponiendo en la actualidad de instalaciones absolutamente fiables, robustas y sólidas que vienen desempeñando su labor desde hace años con absolutas garantías para la protección del medio ambiente y la salud. Prueba de ello son sus bajísimos niveles de emisión, muy inferiores a los límites establecidos por la legislación, con la particularidad de que estas plantas están sujetas a unos rigurosos y estrictos controles medioambientales y de eficiencia, muy superiores a los que rigen para otras infraestructuras industriales.
Además de todo ello, cabe recordar que el paquete europeo de economía circular se refiere al papel que puede y debe desempeñar la producción de energía a partir de los residuos no reciclables, siendo opción preferente sobre la eliminación de los residuos en vertederos, con la ventaja añadida de la posibilidad que entraña en la creación de sinergias con la políticas climática y energética de la Unión Europea.
Las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) constituyen una prioridad en la filosofía empresarial de las plantas que forman parte de Aeversu, de ahí las distintas iniciativas que llevan a cabo para contribuir a la formación y concienciación ambiental de la población en la correcta gestión de los residuos, modificando hábitos que contribuyan a incrementar las tasas de reciclado en nuestro país y dar así cumplimiento a los ambiciosos objetivos establecidos por Europa.
DESDE ACTIVIDADES LÚDICAS HASTA PREMIOS Y REVEGETACIONES
En este sentido, y coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, TERSA se ha propuesto llevar a cabo actividades divulgativas vinculadas a las energías renovables, como es el caso de la fotovoltaica, ejecutando igualmente acciones concretas de educación ambiental dirigidas a las escuelas.
Por su parte, TIRME, en línea con años anteriores, desarrollará en sus instalaciones una “Diada Ambiental” dirigida a distintos grupos sociales y en la que cobrará protagonismo el juego y la diversión. El objetivo no es otro que promover la práctica de la reducción, la reutilización y el reciclaje, ensalzando la recuperación y concediendo también protagonismo a la reeducación y la reinserción.
El taller del reciclaje, el trivial de la basura, el twister de los residuos, las damas del reciclaje, los detectives ambientales y el bingoreciclador son, entre otros, algunos de los elementos didácticos y lúdicos utilizados por la planta de Palma de Mallorca para acercar su mensaje a la población.
En SIRUSA, tal y como vienen realizando hace cinco años, han querido dar visibilidad al premio instaurado en su momento para incentivar la colaboración y participación de los municipios mancomunados en la recogida selectiva de la fracción orgánica y reconocer así los buenos resultados a nivel de calidad de la misma, fruto del esfuerzo de los ciudadanos. El galardón se entrega en el marco de los permios Ones (Ondas), que concede la entidad ecologista Mediterrània, que este año alcanza la 23 edición.
SOGAMA, como complemento a distintos actos conmemorativos de su 25 aniversario, iniciará la revegetación, con especies autóctonas, de 4,11 hectáreas de su complejo industrial, instaurando de esta forma una masa vegetal estable que se perpetúe en el tiempo y proteja el suelo de la erosión, a la vez que actúe como sumidero de CO2 y barrera vegetal de cara a mejorar el paisaje y aminorar los ruidos propios de su operativa industrial.
Otras entidades como ZABALGARBI se han propuesto colaborar con distintos medios de difusión para contribuir a amplificar el mensaje propio del Día del Medio Ambiente, que este año, y bajo el lema “Conectando la gente con la naturaleza-en la ciudad y en el campo, desde los polos y hasta el ecuador”, invita a apreciar la belleza y el valor del entorno natural en el que vivimos y del que somos parte, ejerciendo una función crucial para nuestra supervivencia.
En este sentido, se llama la atención sobre el deterioro de los ecosistemas y sus consecuencias para el futuro, advirtiendo que, de mantener el actual nivel de vida y consumo, se necesitarían tres planetas.
Preservar los recursos naturales constituye una prioridad y, sin lugar a dudas, aprovechar la energía contenida en los residuos no reciclables en lugar de enterrarla en vertedero contribuye a alcanzar este objetivo, elemental en el tránsito hacia la economía circular.